La industria cinematográfica está viviendo de nuevo una era de esplendor, al menos en lo que a la taquilla se refiere, con muchas grandes películas ganando cientos de millones de dólares, universos cinematográficos que se desarrollan a través de una década entera y sagas que sorprenden y siguen llevando al cien a millones de personas. Para muchos, ir al cine es casi como un ritual que se disfruta en familia o con amigos, y donde pueden no solo disfrutar de la película sino también de las clásicas palomitas y el refresco, o de las más novedosas ofertas alimenticias, como los nachos con queso o los perritos calientes. Hay quien solo va muy de vez en cuando, y también los cinéfilos que no se pierden un estreno semanal.

Pero también hay personas que entienden el cine de una manera diferente y, por su propia personalidad o por no depender de otras personas, acuden solas al cine, por su propia cuenta. Es algo que cada vez se está dando más, y que muchos ven como algo raro porque no entienden que alguien pueda ir solo a un evento de este tipo, en el que la mayoría está comentado con su pareja o con sus amigos la película, o lo hace justo al salir de la misma, con esa intensidad que da el momento justo después de que se enciendan de nuevo las luces. Sin embargo, el ir solo al cine es algo que debemos empezar a normalizar de una manera urgente, para que no se mire raro a aquellos que quieren disfrutar en soledad de una película.

Disfruta de tiempo para ti mismo

Hay gente que aprende a hacer las cosas por su cuenta, y en este caso, es algo tan pasivo que ni siquiera debemos hacer nada para entenderlo. Hay gente que prefiere ir a ver una película por su propia cuenta, para evitar que sus amigos estén dando ruido durante todo el metraje y no le permitan disfrutar de la misma como quiere. Hay quien, sencillamente, entiende el cine como una actividad muy personal, y prefiere acudir a las sesiones solo, teniendo tiempo además consigo mismo, algo que también es importante para aprender a disfrutarnos mucho más, a conocernos mejor. Somos seres sociables, por supuesto, pero debemos entender también que la soledad no es tan mala como muchas la pintan.

Y es que se pueden dar un montón de circunstancias que nos hagan ir solos al cine, y no pasa absolutamente nada. Desde ese amigo con el que siempre vamos y que hoy no puede quedar, hasta ese que tiene gustos muy diferentes a los nuestros y no quiere ver las mismas películas que a nosotros nos entusiasman, pasando por los que solo pueden ir a ciertas sesiones que están abarrotadas y donde siempre hay gente formando escándalo. La decisión será nuestra, y de hecho, lo que debemos hacer es pensar si yendo solos vamos a disfrutar igual que con nuestros amigos. Tal vez nos sorprendamos al probarlo y ver que nos lo pasamos a veces incluso mejor, porque estamos a nuestro aire, por nuestra cuenta.

Mucha más tranquilidad

Es una de las cosas que la mayoría siempre va buscando en esto de ir solo al cine. Procuramos encontrar sesiones donde no haya mucha gente porque lo que queremos es ver la película con total tranquilidad, sin que nos molesten. Esto no es sencillo y a veces tenemos que conformarnos con los horarios más típicos, pero es cierto que cuando acudimos a sesiones menos habituales, solemos encontrar a mucha gente que ha ido sola. Esa tranquilidad de no tener a nadie al lado, ni siquiera siendo amigo nuestro, para que nos pueda molestar o sacar de la película con cualquier comentario, hace que muchos hayan decidido empezar a ir por su cuenta a las sesiones de cine, y que sea algo cada vez más habitual.

Te ahorrarás algo de dinero

Es posible que acudiendo a ciertas sesiones puedas ahorrarte también algo de dinero, porque suelen ser más económicas. Eso por no hablar de que en muchas ocasiones, si vas con tu pareja o con algún amigo, incluso te tocará invitar o pagar por unas palomitas que apenas comerás…. Lo cierto es que acudiendo solo al cine se suele ahorrar algo más de dinero, pero ésta tampoco debe ser la razón por lo que tomes esa consideración, porque al fin y al cabo la diferencia será minúscula. Es más importante hacerlo por sentirte cómodo o por no querer perderte tal o cual estreno, para poder disfrutar de las películas que quieras sin tener que llamar a nadie y “obligarle” a ir contigo.

No tendrás que discutir a la hora de elegir película

Y es que a veces estas discusiones pueden llegar a ser demasiado fuertes, teniendo en cuenta que se trata solo una película, de una elección. Hay personas que son bastante intransigentes con este tipo de decisiones, y o se ve la película que ellos quieren o no están dispuestos a ver nada más. Si les convencemos se pasarán toda la película dando ruido y sin hacer caso a la pantalla, solo porque no han podido ver lo que ellos querían. Si te encuentras en una situación así, tal vez sea mejor plantearte directamente el ir tú solo a ver la película que quieres, y así ya no tienes que pelearte con nadie ni tratar de convencerles de que tu elección es mejor que la suya.

¡Olvida los prejuicios!

Aun sabiendo todo eso, todavía hay muchas personas que ven eso de ir solo al cine como algo extraño, como de bicho raro, cuando como decimos cada vez está más normalizado. Es cierto que recibirás seguramente alguna que otra mirada cuando entres en la sala, tal vez por parte de alguna parejita que pensará que no has conseguido a nadie con quien acudir a ver esa película. Pero si la elección ha sido tuya, si has ido por tu cuenta porque era lo que querías hacer y estás a gusto con esa decisión, si vas a ver la película que deseabas en lugar de quedarte en casa pensando en ella es que has logrado dejar atrás tus prejuicios, o más bien, has conseguido superar los que los demás puedan tener ante una situación parecida.